Gustav Le Gray fue uno de aquellos primeros fotógrafos que captaron con sus objetivos los interiores de los espacios expositivos en el siglo XIX. También formó parte de la Misión Heliográfica, aquellos venerables fotógrafos "exploradores del patrimonio medieval y antiguo" (R. Recht), que recorrieron mundo recogiendo los monumentos históricos.
En este Salón de 1852 el espacio tiene una apariencia casi fantasmagórica. Queda iluminado por la luz cenital y las obras de arte yacen solitarias en el museo-mausoleo. Los cuadros se apiñan en las paredes, como sosteniéndose unos contra otros, mientras los más grandes, en las alturas, están como acechando el lugar. Desperdigadas quedan las esculturas, en el centro del largo corredor, en un entorno frío, al decir de Valéry, sin visitantes.
Pero frente a esta visión negativa, también es cierto que la imagen tiene como un aura especial. Capta la fugacidad de un momento, una disposición que ya no existe, un momento del arte que ya no lo es.
Estas fotografías son documentos visuales únicos para los historiadores de los museos y del patrimonio. Reliquias de una memoria que hay que conservar, como auténticos y venerables tesoros, al igual que las grandes obras maestras del arte.
En este Salón de 1852 el espacio tiene una apariencia casi fantasmagórica. Queda iluminado por la luz cenital y las obras de arte yacen solitarias en el museo-mausoleo. Los cuadros se apiñan en las paredes, como sosteniéndose unos contra otros, mientras los más grandes, en las alturas, están como acechando el lugar. Desperdigadas quedan las esculturas, en el centro del largo corredor, en un entorno frío, al decir de Valéry, sin visitantes.
Pero frente a esta visión negativa, también es cierto que la imagen tiene como un aura especial. Capta la fugacidad de un momento, una disposición que ya no existe, un momento del arte que ya no lo es.
Estas fotografías son documentos visuales únicos para los historiadores de los museos y del patrimonio. Reliquias de una memoria que hay que conservar, como auténticos y venerables tesoros, al igual que las grandes obras maestras del arte.
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