domingo, 2 de mayo de 2010

Casa para un coleccionista nómada


La Casa para un coleccionista nómada, que ya se pudo ver en el stand de Murcia en Arco 2010, se expone en el fantástico SOS 4.8. Obra del arquitecto Martín Lejárraga y de la artista Ana Martínez, se trata de una caravana modificada de arte mínimo con obras de pequeño formato.

Extraído de Gontzal Díez, La Verdad, 19 de febrero de 2010:

«Ser pequeños no nos impide pensar en grande, se puede hacer grandes proyectos con pequeños medios. Vivimos obsesionados por la cantidad, de dinero, de espacio o de tiempo, y hay que reivindicar la calidad, empezando por lo más pequeño», dice Lejárraga (...) Un reposo es este museo liliputiense y un tanto zíngaro que se puede abarcar de un vistazo en medio de las dimensiones, agotadoras y nada humanas, de Arco. Un espacio cómodo y hospitalario. Allí hay obra esencial de, entre otros, Charris (las estanterías y un magistral retrato de Valcárcel Medina), Sicre (una mesa de camping), Fod (una mesa), Sonia Navarro (en la tapicería de los asientos), Amondaráin, Fernando Renes, Abi Lazkoz, Manu Muniategiandikoetxea, Nico Munuera, Rosalía Banet (un corazón en la nevera), Juan Ugalde, Eugenio Merino (una figurita del vaquero Boody que caza un caballo pintado), Dis Berlin, Díaz Burgos, Chema Madoz, Cantabella o The Royal art Lodge. Hay de todo, hasta una bandera, que parece un floreado mantel (obra de Mateo Maté), «ese reducto de nacionalismo doméstico», dice el arquitecto vasco-cartagenero. También hay un tendedero con los folletos de La Naval, muy bien colgados. «Somos fans de Eugenio Merino, un tipo comprometido con el arte y sin ningún tipo de voluntad de crear polémicas gratuitas a través de sus obras», señala Lejárraga, que se define como un «apasionado por el arte». Martín Lejárraga y Ana Martínez nos reciben en el comedor de la 'roulotte'. «Cualquier espacio puede ser habitado y ser ocupado de una forma muy intensa», afirma Ana Martínez. «Es una propuesta, como arquitectos, para alguien apasionado por el arte, que viaje de feria en feria..., los coleccionistas son seres compulsivos», explica mientras saluda a Gonzalo Sicre, a Nico Munuera y a otro montón de gente que se asoma a la ventana. Un gran anfitrión es Lejárraga, aunque no nos ofrece nada para beber y ni un humilde pistacho. «Es un espacio para compartir arte y amistad», dice, y se levanta a besar a una señora. Abigarrado pero cómodo es el interior de la caravana. En el exterior ha colocado un dispensador de bolas (como los de los bares, con juguetitos y pelotas) que por dos euros ofrece una obra en papel, 'estrujada', de Javier Arce. La caravana nómada de Lejárraga permanecerá aparcada, fuera de los límites del 'stand', hasta el final de Arco y el arquitecto no descarta que siga recorriendo mundo, de feria en feria, de Basilea a Oporto y de Oporto a donde sea necesario.

La Casa para un coleccionista nómada en el SOS 4.8. Arte (Murcia):

Ellos mismos definen su estilo como gitano-chic. El proyecto consiste en la intervención de una antigua caravana, que han transformado en una casa de dimensiones reducidas, donde se pueden ver pequeñas obras de arte contemporáneo de autores como Sonia Navarro, Eduardo Cortils, José Manuel Díaz Burgos, Miguel y Manuel Rosado, Ángel Mateo Charris, César Férnandez Arias, Francisco de La Torre, Miki Leal, Nico Munuera, Rosalía Banet, Javier Arce, Carmen Cantabella, Gonzalo Sicre, Miguel Fructuoso, Eugenio Merino y FOD, entre otros (en total son cuarenta artistas). La caravana permite ir de feria en feria y compartir las piezas de arte con los visitantes que acuden.

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