"El interior es el refugio del arte. El coleccionista es el verdadero inquilino del interior. Hace del ensalzamiento de las cosas su tarea. Le cae en suerte la tarea de Sísifo de quitarles a las cosas, poseyéndolas, su carácter de mercancía. Pero les otorga únicamente el valor de su afición en lugar del valor de uso. El coleccionista no se sueña solamente en un mundo lejano y pasado, sino además en un mundo mejor, en el que ciertamente los hombres están desprovistos de lo que necesitan como en el mundo cotidiano, pero en el que las cosas están libres de la servidumbre de tener que ser útiles.
El interior no es sólo el universo, sino también el estuche del individuo particular. Habitar significa dejar huellas. En el interior, éstas se subrayan. Se inventan multitud de cubiertas, fundas y estuches, en los que se imprimen las huellas de los objetos de uso más cotidiano. Las huellas del morador también se imprimen en el interior. Surgen las historias de detectives, que persiguen estas huellas."
Walter Benjamin, Libro de los pasajes, 1927.
Imágenes: Miniaturas de la colección Martínez Lanzas de las Heras.